Así era la habitación donde murió el Papa Francisco
En una habitación sencilla que refleja su legado de humildad y cercanía.
Este viernes se difundió una imagen que conmueve al mundo: la austera habitación donde vivió y murió el papa Francisco. El cuarto 201 de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, fue su hogar durante los 12 años de papado y ahora también el lugar donde descansó por última vez. Sin lujos, con una cama individual, un crucifijo de madera, una lámpara y su infaltable mate, la escena resume el mensaje de humildad que Jorge Bergoglio sostuvo con firmeza hasta el final.
Desde su elección en 2013, el pontífice argentino rompió con una de las tradiciones más arraigadas de la Iglesia: rechazó habitar el majestuoso Palacio Apostólico y eligió en cambio la residencia común del Vaticano. "Quería estar cerca de la gente", explicó Monseñor Guillermo Karcher, uno de sus colaboradores más cercanos, al recordar el gesto que marcó el inicio de un papado distinto.
La habitación, sin balcones ni adornos, reflejaba un estilo de vida austero. Francisco desayunaba cada día con yogur descremado y café, en un comedor compartido con sacerdotes y empleados, lejos de los protocolos de la realeza vaticana.
Fiel a sus convicciones, Francisco pidió que su velorio se realizara también en la Casa Santa Marta, sin ceremonias ostentosas. Su ataúd, de madera simple y sin ornamentaciones, fue otro gesto coherente con su mensaje de cercanía, humildad y opción por los pobres. Así se despidió el Papa del pueblo, con la misma sencillez con la que vivió.