La familia Argentina en peligro: cayó un 36% la natalidad
En los últimos 8 años, el número de nacimientos en Argentina ha disminuido un 36%, mientras que en la provincia de Salta la caída fue del 37%.
La mortal Agenda 2030, que entre otras cosas promueve la reducción de la población a través del fomento de la ideología de género, del aborto y de la eutanasia, está logrando su objetivo antihumano. Así lo refleja un informe elaborado por Rafael Rofman (CIPPEC) y el Observatorio de Argentinos por la Educación, que proyecta una reducción del 31% en la matrícula escolar en los próximos años debido a la grave caída en la natalidad.
El estudio "Natalidad y demanda educativa" analiza el impacto del cambio demográfico en la organización del sistema educativo. Entre 2014 y 2022, los nacimientos vivos en Argentina disminuyeron un 36%, pasando de 777.012 a 495.295 nacimientos. Las mayores reducciones se observan en mujeres menores de 25 años, con descensos que oscilan entre el 40% y el 60%.
A nivel provincial, se registra una notable disminución en la natalidad en varias regiones de Argentina: Salta con un 37%, Tierra del Fuego con un 49%, Jujuy y CABA con un 44% cada una.
Al comparar las cohortes escolares desde 2006 con las proyectadas para 2022, se observa una caída en la matriculación por edad, representando entre un 27,1% y 28,4% de la matrícula escolar primaria. Entre 2014 y 2022, la reducción es entre un 31,1% y 31,4%.
Menos nacimientos implican menos estudiantes matriculados, lo que plantea un desafío importante en la reorganización del sistema educativo para las futuras generaciones. El estudio refleja un cambio significativo en la estructura de edad de las madres respecto a períodos anteriores, con una mayor proporción de madres teniendo hijos más tarde y una menor proporción de nacimientos en madres jóvenes.
La Federación Internacional de Sociedades de Fertilidad (IFFS) emitió una advertencia global señalando que un 93% de los países, incluidos el Reino Unido y Estados Unidos, podrían enfrentar una crisis de ‘subpoblación' para finales del siglo XXI. La tasa de fertilidad global está en descenso, lo cual podría tener implicaciones negativas para las economías y sistemas sociales si la tendencia persiste.