La Iglesia pidió "no tirar la comida, porque falta en muchos hogares"

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, encabezó una misa en reconocimiento a las mujeres que sostienen comedores.

En un significativo gesto de solidaridad, la Iglesia Católica reafirmó su respaldo a los comedores populares en medio de la controversia por los alimentos almacenados en depósitos del Ministerio de Capital Humano. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, encabezó una misa en el santuario de la Virgen de Caacupé, en Ciudad Evita, La Matanza, en reconocimiento a las mujeres que sostienen estos comedores.

Durante la ceremonia, Ojea se refirió a las "situaciones de confusión y de violencia" que se viven en muchos barrios y enfatizó la importancia de no desperdiciar alimentos. "Hoy es tanta la confusión en muchas situaciones en nuestros barrios que a veces la gente se enoja y viene enojada a pedir comida", expresó Ojea, quien también relató experiencias similares con personas en situación de calle. 

"El otro día me decía un señor que trabaja durante la noche recorriendo la ciudad para dar de comer: 'Padre, me arrancan la comida, ahora me arrancan la comida, no me esperan'", añadió.

El jefe de la Iglesia Católica en Argentina subrayó la presión que enfrentan las mujeres en los comedores populares, quienes son acusadas injustamente de quedarse con la comida. 

"Estamos enojados y a veces, este enojo, cuando la comida falta, llega un momento en que decimos: 'No hay más'. Nuestras mujeres tienen que soportar también el enojo, y aquellas cosas que me contaron que se dicen: 'Ustedes se quedan con la comida, ustedes se guardan la comida', todo eso queremos ponerlo en esta misa y pedirle al Señor que nos cure de esa violencia y de esa confusión en la que podemos entrar, no nos podemos confundir, menos en una emergencia, en una crisis", declaró Ojea.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina hizo un llamado a profundizar la solidaridad y a asumir una mayor responsabilidad social. "Si alguna vez me enseñaron que no se debe tirar la comida, hoy menos que nunca debemos tirar la comida, porque falta en muchos hogares, y tenemos que renovar esa conciencia fraterna que nos enseña Jesús", concluyó.

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