"Toto" Caputo autorizó un gasto de 64 millones de pesos en máquinas de café

El presidente reafirmó sus objetivos fiscales al asegurar que "la austeridad no es negociable". Sin embargo, el círculo íntimo del ministro Luis Caputo pareciera escapar a la regla. Roberto Silva, titular de la CNV y protagonista del plan Brady en la década del 90, comenzó a hacer gastos a cuenta.

A poco más de un mes de asumir, el presidente Javier Milei continúa avanzando con el ajuste que, en numerosas ocasiones, anticipó durante la campaña. Ante las críticas de la oposición y de un grupo de gobernadores encabezados por Ricardo Quintela, de La Rioja, el titular del ejecutivo nacional aseguró que "la austeridad no es negociable". Pareciera, sin embargo, ser selectiva.

Horas atrás, el gobierno nacional confirmó el proceso de compra Nro. 44-0019-LPR23, a través del cual la gerencia de Servicios Centrales de la Comisión Nacional de Valores podrá gastar unos 64 millones de pesos en máquinas de café. El pedido partió de la sede del ministerio de Economía que conduce Luis Caputo y favorece a uno de sus protegidos, el abogado y titular de la CNV, Roberto Silva.

En efecto, y a pesar de tratarse de uno de los adalides del ajuste político, Caputo pareciera no haber tenido reparos en autorizar a la Comisión Nacional de Valores a gastar unos 63.921.000 pesos en un servicio de alquiler de máquinas expendedoras de infusiones. La licitación la ganó la empresa Self Express SRL, pero el nombre del beneficiario es meramente anecdótico.

Quien se benefició del caprichoso hueco en el programa de ajuste de "la casta" es el recientemente asumido Roberto Silva. El flamante titular de la CNV es un hombre de confianza del ministro Caputo, socio del estudio de abogados Marval O'Farrel Mairal, uno de los más prestigiosos del país y de amplia experiencia en el sector privado. Silva fue asesor, entre otros, del ABN AMRO, ICBC, Banco Supervielle, Banco Comafi y el Equity Trust, entre otros.

Silva había saltado a una efímera fama a principios de 1990, cuando Argentina se sumó al llamado plan Brady. El actual titular de la CNV fue uno de los encargados de instrumentar el plan propuesto por el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Nicholas Brady, durante la presidencia de George Bush. El mismo consistía, a grandes trazos, en una refinanciación de la deuda que Argentina tenía con los Estados Unidos, a cambio de la implementación de un plan de ajuste de diez puntos postulados por el llamado Consenso de Washington.

La estrategia apoyada por Silva provocó una grosera liquidación de activos estatales que volcó liquidez a los acreedores financieros. Empresas como el famoso Grupo Bridas se hicieron con activos nacionales como YPF, Aerolíneas Argentinas y los servicios de luz, agua y teléfono a muy bajo precio, y con el dinero obtenido el gobierno saneaba su deuda y accedía a la refinanciación de Brady.

Hoy, el pintoresco "héroe" del plan Brady vuelve a la carga con el presidente Javier Milei y, de forma mucho más personal, con el ministro de Economía Luis Caputo. Los primeros trazos del trato preferencial que el gobierno planea otorgarle a Silva comienzan a salir a la luz. Mientras ministerios enteros se ven forzados a recortar presupuestos, ajustar sus cinturones y mostrar una imagen más austera, el titular de la CNV ya comienza a oler el aroma de sus cafeteras de 64 millones de pesos.

Fuente: RP

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