Rusia corta el gas a Polonia y a Bulgaria por negarse a pagar en rublos
Vladimir Putin tomó esta determinación contra sus vecinos ante las posiciones tomadas en el conflicto.
El gobierno de Moscú ha decidido cortar el suministro de sus gasoductos a Polonia y a Bulgaria por la negativa de estos países a cambiar las condiciones de sus contratos y a acatar la conversión obligatoria de sus pagos en rublos, como exige el Kremlin para proteger la cotización de su divisa ante las sanciones.
La gasista estatal polaca PGNiG informó este martes de que el monopolio ruso Gazprom Export detendrá totalmente el flujo de gas a partir del miércoles. Por su parte, la compañía pública rusa, la única con permiso para vender en el exterior, respondió que Varsovia debía pagar desde este martes sus futuras entregas ateniéndose a la nueva legislación rusa. Poco después de este anuncio, la compañía energética rusa informó a Bulgaria de que el suministro también se interrumpirá con este país a partir del miércoles, según confirmó el Ministerio de Energía búlgaro a la agencia Reuters.
La empresa polaca depende de Gazprom para adquirir la mayor parte del gas que importa. Cifras del primer trimestre de este año indican que un 53% de sus importaciones procedían de la compañía rusa.
Bulgaria, por su parte, depende de Gazprom para el suministro de más del 90% del gas que consume.
El gas procedente de Rusia representa alrededor del 40% de las importaciones de gas natural de la Unión Europea.
El presidente ruso, Vladímir Putin, decretó el 31 de marzo que a partir de abril todos los importadores extranjeros debían pagar exclusivamente en rublos a través de un nuevo mecanismo para salir del patrón dólar.