Buscan al "cerebro" detrás de la empresa que hacía facturas truchas para el Polo Obrero

Según informó el juez, el objetivo era usar facturas falsas para justificar gastos inexistentes y ocultar el verdadero destino de los fondos.

El Polo Obrero está bajo la lupa por presuntas irregularidades en el uso de fondos del programa Potenciar Trabajo. Parte del dinero recibido habría sido destinado a la compra de computadoras y software a la empresa Coxtex, la cual la AFIP catalogó como apócrifa desde noviembre de 2020. 

Según el juez federal Sebastián Casanello, el objetivo era usar facturas falsas para justificar gastos inexistentes y ocultar el verdadero destino de los fondos.

La empresa Coxtex, sin sede social ni operaciones reales, emitió facturas por $5 millones al Polo Obrero. Los fundadores de la empresa, Mariana Soledad Vega y el canadiense Luis Alexander Pichuaga, son considerados prestanombres. 

Tras allanar sus propiedades y examinar sus teléfonos, la Justicia descubrió comunicaciones con Gabriela Anahí Rivero, Geremías Sebastián Prum y Marcelo Eduardo Caminada, quienes les daban órdenes y les pagaban por sus servicios.

Con el avance del caso, se descubrió que Prum y Caminada recibían instrucciones de una persona que cambiaba de celular cada dos meses. Actualmente, la Justicia intenta identificar al "cerebro" detrás de Coxtex.

Vega y Pichuaga también fundaron otras empresas, incluyendo Recinsur S.A., VSP Consulting y Ciriaco Shoes SRL, con la participación del escribano Juan Bautista Darrasada, previamente investigado por lavado de dinero.

El 19 de junio, la Policía Federal allanó la casa de Prum, encontrando armas legalmente registradas, $750 mil en efectivo y documentos de diversas empresas. Los investigadores buscan desentrañar la red detrás de estas operaciones y llegar a su líder.

La Justicia, con pruebas obtenidas por el juez Casanello y el fiscal Gerardo Pollicita, sostiene que dirigentes del Polo Obrero usaron fondos del Potenciar Trabajo para financiar al Partido Obrero. Para ello, habrían utilizado empresas como Coxtex y otras para emitir facturas falsas y desviar el dinero.

Un ejemplo revelador es el pago de $1.473.456 a Carlos Osvaldo Monfrini por un servicio de handies, cuyo monto fue endosado a la imprenta Rumbos, que habría desviado fondos hacia el Partido Obrero. La empresa Rumbos, dirigida por Roberto Adrián Albornoz, también está bajo investigación por emitir facturas falsas.

El Polo Obrero presentó facturas a nombre de Coxtex por computadoras que nunca se entregaron, sugiriendo un desvío de fondos. 

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